La evolución en el ámbito del olivar en estos últimos 40 años, ha ido orientada a una mecanización, cada vez mayor, que pasa del olivar intensivo, con unas elevadas dotes de recursos para la mecanización, hasta el olivar en seto, plenamente mecanizado, en cuanto a recolección, el motivo fundamental, es por un lado, el elevado coste de mano de obra, y por otro, la ausencia de esta, recordemos que en Europa el porcentaje de población activa que trabaja en agricultura es de algo menos del 6%.
En el ámbito mundial existen 11,7 millones de hectáreas de olivar distribuidas por 66 países de los 5 continentes, de estos se cultivan en secano el 66% y en regadío el restante 34%, en el ámbito del modo del cultivo existen 4 claramente diferenciados, tradicional con una superficie del 63%, (primera vez en la historia que se encuentra bajo el 65%), intensivo 27%, olivar de alta densidad, algo menos del 5%, y olivar en seto, algo más del 5%.
En el ámbito de la rentabilidad, por kg de aceite, y teniendo en cuenta que la tendencia de precios en el sector de aceite de oliva es cíclica, y existen épocas de bajos precios en origen, y otras etapas de cotizaciones más elevadas, y que los ciclos de bajos precios son superiores en número y extensión de periodo a los de buenos precios, nos basaremos en la media de precios de las tres categorías para los últimos 30 años, es decir, del orden de 2,8 euros, en este ámbito, y sin tener en cuenta las subvenciones, en estos términos, la renta neta del olivarero tradicional sería de 0,4 euros aproximadamente de media por kg de aceite, para el olivarero intensivo de 1 euro, si hablamos del olivarero de alta densidad sería de 1,1 euros, y del olivarero en seto podría ser de 1,2 euros, todo ello, para la media de precios de los últimos 30 años, y siempre en términos de media, también de acuerdo con las distintas orografías, tipologías, y tamaños de fincas, así como variedades. Por lo tanto, de media, no se llega a diferenciarla renta neta del olivicultor, por tipos, ni tan siquiera en un euro, es decir, en función de la forma de producir aceituna, en cuanto a tipo de explotación, la mayor diferencia por tipo de cultivo en cuanto a renta neta por olivicultor podría ser de 1 euro, para los términos analizados.
En el planeta hay 13.900 almazaras distribuidas por los 5 continentes, esto quiere decir que, teniendo en cuenta que una campaña media de aceituna en el mundo hace que se produzcan de forma global 17 millones de toneladas, la molturación media por campaña de cada almazara es de unos 1,2 millones de kg de aceituna.
La almazara más grande del planeta moltura casi 200 millones de kg de aceituna, mientras que la más pequeña, no moltura ni tan siquiera 90 mil kg de aceituna, en cuanto a tipología de almazaras, existen almazaras industriales, las cuales ofrecen sus servicios a cambio de un canon, y por otro lado, están las almazaras que pertenecen a agrupaciones de productores, asociaciones o cooperativas.
De acuerdo con la experiencia acumulada en el análisis de más de mil almazaras de los 5 continentes, el coste por molturar un kg de aceituna varía según los años, por el efecto escala, y también en función del propio tamaño de la almazara, y grado de eficacia y eficiencia, en dichos factores, el equipo humano, y las características de los elementos industriales, resultan vitales, así como la integración entre ambos. Volviendo al coste por molturar un kilogramo de aceituna, este podría variar por los factores estudiados, de entre 6 y 50 céntimos, este último caso, como ejemplo extremo, pero real, por lo tanto, la almazara otorga o retira al agricultor por kilogramos de aceituna hasta 2,2 euros; es decir, en función de donde molture la aceituna un agricultor, es decir, sobre la base de a que almazara vaya, este podría obtener más de 2 euros como incremento de renta neta.
Por lo tanto, como colofón al presente artículo, la elección del modo de cultivo, desde la perspectiva cuantitativa sobre la base del nivel de renta del olivicultor, tiene la mitad de importancia (1 euro), que la correcta elección de la almazara donde molturamos nuestro fruto (más de 2 euros), todo ello sobre la base de los datos y hechos analizados.
Dicha circunstancia ha provocado, que se esté produciendo una revolución en el ámbito del diseño, desarrollo e instalación de almazaras, cada vez de mayor tamaño, más mecanizadas, automatizadas, e incluso, en casos particulares, casi con autonomía propia de funcionamiento, el caso más particular y excepcional de estudio es Portugal, tan solo 8 almazaras del país vecino molturan el 47% del total de la aceituna, las restantes 494 procesan el restante 53%, con lo que ello conlleva en términos de eficiencia, eficacia, optimización de recursos, e incidencia para la renta neta del olivicultor, dicha tendencia, cuyo proceso ya ha comenzado, irrumpirá en todas las geografías productoras del sector de forma gradual, a buen seguro.