El gran desarrollo de las actuales técnicas analíticas permite optimizar y mejorar la producción del aceite, caracterizar adecuadamente el producto obtenido así como un mejor conocimiento científico del mismo tanto en sus efecto en la salud como en su composición y evolución con el tiempo y estado de conservación.
Esto deriva en una serie de análisis y determinaciones que aportan información complementaria a veces muy demandada como es el contenido en Polifenoles Totales, Amargor K225, el estudio de Diglicéridos, la estabilidad calculada según el método Rancimat, todos ellos relacionados con la frescura y la estabilidad del aceite.